El ciberactivismo y las redes sociales
El Internet y las redes sociales han tra�do un soplo de aire fresco al movimiento feminista. Las ciberactivistas lo utilizan para crear redes, intercambiar informaci�n y movilizar para camapa�as. Pero tambi�n hay feministas muy cr�ticas con la red.
�C�mo compatibilizar las relaciones de pareja con las actividades de cuidado y el trabajo? Siguiendo la tradicional asignaci�n de roles de g�nero, las mujeres contin�an siendo las encargadas de las tareas del cuidado. Ello a pesar de la multiplicidad de modelos familiares �uniparentales, patchwork- y relacionales -queere, trans, poliamorosas- que podemos encontrar hoy en Alemania. �Qu� formas de convivencia son las adecuadas a los tiempos actuales?
�Solo se puede ser hombre o mujer? Quienes no se siente en su piel en ninguna de esas dos categor�as, provocan confusi�n. El feminismo actual apuesta a la diversidad y se pregunta: �Tienen que ser tan r�gidas las diferencias entre hombres y mujeres? �No es esa asignaci�n de g�neros m�s bien una opresi�n?
�La decisi�n sobre si tener o no hijos es una decisi�n que nos pertenece a nosotras.� La soberan�a sobre el propio cuerpo fue durante mucho tiempo una de las m�s importantes demandas del feminismo. Y lo sigue siendo, aunque en un sentido diferente. Hoy en d�a, pueden tener hijos personas que en el pasado habr�an tenido vedada esa posibilidad. Igualmente, hoy es posible diagnosticar tempranamente anomal�as gen�ticas. �C�mo se articulan la �tica reproductiva con el avance tecnol�gico? Seis artistas plantean sus puntos de vista personales.
�Soy muy gorda, muy vieja, muy fea? A diario nos vemos confrontadas con im�genes idealizadas de la femineidad que nos provocan inseguridad, nos encasillan en roles tradicionales y reducen a las mujeres a su aspecto externo. El debate feminista enfrenta esas im�genes con estrategias de defensa �empowernde�.
En una �poca en que las corrientes populistas de derecha ganan espacio al interior de la sociedad, el feminismo se compromete a�n m�s decididamente en su lucha contra el racismo y por la inclusi�n de las personas de color. No solo porque las mujeres que no tienen piel blanca o que llevan la cabeza cubierta sufren el sexismo de una manera muy distinta a las mujeres blancas occidentales, sino tambi�n porque el clich� racista del �peligroso extranjero de piel oscura� se instrumentaliza crecientemente en t�rminos pol�ticos.